Júpiter, resentido con Ulises por cegar a los Cíclopes, envía a Hércules en busca del héroe griego con la orden de entregarlo a Polifemo. Después de varios enfrentamientos, los dos son capturados por unas siniestras criaturas mitad hombre y mitad pájaro, pero logran escapar uniendo sus fuerzas...
Por Dios, ¿¡a quién no le puede gustar algo así!?
Las dunas se encuentran en una reserva natural impresionante, y es divertidísimo subirlas y bajarlas rodando cual croqueta. Recomiendo llevar crema solar, gorro, gafas de sol, ¡y agua!